sábado, 8 de octubre de 2016

S.O.S por la Universidad del Tolima

La única universidad pública del departamento del Tolima, atraviesa una de las peores crisis de su historia. La difícil situación que ha afectado todos los estamentos universitarios, deja como saldo una huelga de hambre, la renuncia de un rector y el cambio de toda la administración central.


Imagen de la Universidad del Tolima

La Universidad del Tolima viene afrontando desde hace varios años la crisis económica que ha golpeado a todas la universidades publicas en el país. Si bien es cierto, año tras año se ha dado respuesta a todas las necesidades de la comunidad universitaria, también lo es que estas se convirtieron en una bola de nieve que fue creciendo en la medida del desarrollo, progreso, evolución y demandas sociales de las instituciones de educación superior.

Esta Alma Mater de carácter público cuenta con 73 programas académicos, aportando a la región y al país un número importante de oportunidades de educación para jóvenes colombianos , sin embargo, la realidad de Colombia y de las instituciones de educación superior, impusieron mejorar la efectividad de los procesos y procedimientos de la UT cumpliendo nuevas metas y enfrentando nuevos retos para dar alcance al cubrimiento de niveles mínimos de oferta, difíciles de alcanzar cuando se habla de presupuestos precarios y de condiciones económicas inestables, que no aumentan en la misma medida o proporción en que lo hacen la demanda social de servicios de educación superior y las exigencias de calidad académica. (Ampliación de crisis financiera aquí)

Las causas

La Universidad del Tolima, en el tránsito de esta realidad, se ha visto abocada a enfrentar situaciones que se derivan gracias a tres grandes problemáticas:

1.     Un contexto nacional que necesariamente nos obliga a dar un vistazo por el retrovisor hasta encontrarnos con la Ley 30 de 1992 que pone en evidencia un desfinanciamiento estructural de la educación superior.

2.     La indiferencia del gobierno departamental que ha dejado de girar oportunamente los aportes que por ley debería suministrar.

3.     Y una profunda crisis administrativa que tras décadas de malos manejos arroja altos índices de corrupción y poca efectividad en los trámites internos. ()

El cumplimiento de las metas académicas, exigió un esfuerzo económico en aspectos como la capacidad física instalada, el equipamiento de la planta física y la vinculación de docentes cualificados, lo cual trajo como consecuencia la crisis económica en la que se encuentra la UT.




Las consecuencias

A pesar de mucho tiempo de silencio y relativa calma, en el primer semestre de este 2016 se desencadenaron una serie de hechos que terminaron por impulsar a funcionarios, estudiantes y docentes a realizar una huelga de hambre que terminó con la salida del rector que ya llevaba 6 años en la dirección universitaria (Ver: Rector de la UT deja el cargo a disposición, pero la carta no dice la palabra renuncia) y con la llegada de una nueva administración (Ver: Definen periodo de Omar Mejía al frente de la Universidad del Tolima)

Los ojos de representantes del Ministerio Nacional, del Gobierno Departamental y de la nueva administración de la universidad ahora intentan recomponer el tejido social fracturado en la universidad y recuperar la gobernabilidad perdida; pero sobretodo diseñar estrategias que logren contrarrestar la grave situación económica en la que encuentra sumida la UT.

Lo cierto es que cerca de 20.000 jóvenes tolimenses dependen de los buenos manejos y de la recuperación de la institución pública del Departamento del Tolima, en la que ven la única opción de salir adelante.  

Así lo ve la comunidad académica



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